Al menos 11 cubanos resultaron lesionados este 1 de enero de 2023 en un accidente masivo en Pinar del Río, según reportes de la prensa oficial.
“En el puente de acceso de la autopista al consejo popular de Herradura, pasadas las 6:30 p.m. se volcó el camión matrícula B156662, perteneciente a la Empresa Integral y de granos Los Palacios”, detalló este domingo el periodista Pedro Lázaro Rodríguez Gil.
Fotos: Alina Cabrera Dominguez y Pedro Lázaro Rodríguez Gil/Tele Pinar.
“Como resultado del accidente hay 11 lesionados, de los cuales seis tienen tienen traumas craneales, en principio tres diagnosticados como graves, dos traumas abdominales. Una niña resultó herida, sin peligro para la vida”.
“Todos los pacientes fueron traslados a hospitales de Pinar del Río. Se investigan las causas del accidente”.
Fotos: Alina Cabrera Dominguez y Pedro Lázaro Rodríguez Gil/Tele Pinar.
Según Tele Pinar, el conductor perdió el control del vehículo en la autopista Pinar – Habana y se volcó. El hecho ocurrió en el lazo hacia Herradura, subida del puente.
“Dos pacientes están ingresados en el Hospital Pediátrico Pepe Portilla, una niña y su mamá. Otros nueve, en el Hospital Abel Santamaría Cuadrado. De los que son atendidos en esa institución sanitaria: cuatro pacientes críticos, de ellos tres ventilados y cinco en observación”.
Fotos: Alina Cabrera Dominguez y Pedro Lázaro Rodríguez Gil/Tele Pinar.
“Todos reciben atención médica especializada en estos momentos. Tras el accidente se activaron los protocolos de atención concebidos para estas situaciones”, agregó el canal local.
Estos son los nombres de los 11 cubanos lesionados este 1 de enero de 2023 en el accidente masivo en Pinar del Río, según Tele Pinar:
Ingresados en el Hospital Abel Santamaría:
Juan Carlos Sánchez Brito (chofer). Residente en Consolación del Sur. 53 años de edad, se mantienen en observación.
Juan Carlos Guerra Ramírez. Residente en Herradura. 48 años de edad, se mantiene en observación.
Yojany Sánchez Valdés. Residente en Consolación del Sur. 31 años. Reportado de crítico (trauma de cráneo (está ventilado).
Trinidad Sánchez Brito. Residente en Consolación del Sur. 58 años de edad. Reportado de crítico (trauma de cráneo, está ventilado).
Yoan Torres Sánchez. Residente en Consolación del Sur. 45 años. Reportado de crítico (trauma craneoencefálico, está ventilado).
Elisney Rodríguez González. Residente en Consolación del Sur, se mantiene en observación.
Yaniesky Romero García. 34 años, se mantiene en observación.
Reinier Roy. 34 años. Residente en Pinar del Río, se mantiene en observación.
Yaslay Gutiérrez Delgado. 35 años. Residente en Consolación del Sur, se mantiene en observación.
Ingresadas en el Hospital Pediátrico Pepe Portilla:
Yainelys Gutiérrez Oras. Ocho años, poli lesionada, presenta escoriaciones del miembro inferior derecho.
Deisys Ordaz Maury (madre de la niña) 46 añs, poli lesionada, presenta escoriaciones en ambos miembros inferiores.
“Ambas están bajo vilgilancia médica, sin peligro para la vida, hasta este momento”, detalló la periodista Alina Cabrera Domínguez.
Fuente y fotos: Alina Cabrera Dominguez y Pedro Lázaro Rodríguez Gil/Tele Pinar.
La madre cubana Amelia Calzadilla habló este domingo sobre su vida y los problemas en la Isla, en una nueva directa tras los ataques hechos por el régimen a su persona. Lo hizo desde el perfil de su esposo en Facebook.
La joven se graduó de la Universidad de La Habana con una nota de casi 5 puntos de Lengua Inglesa con Francés, pero optó por trabajar en el Turismo para ganar más dinero, tener su casa -que aún no tiene- y ayudar a su familia.
“Cuando mi padre vea lo que él MININT está haciendo conmigo. Cuando mi padre vea que hay personas del Partido, al que él le ha dedicado toda su vida porque mi padre es militante desde que tiene 14 años. Cuando mi padre vea lo que están haciendo conmigo. Combatiente, combatiente del Che: mi padre estuvo en un polvorín solo en Pinar del Río, metido dos mess siendo un niño, a los 17 años fue subdirector del prime pre militar que tuvo este país. Ese fue mi padre”, dijo tras confesar que su padre trabajó 37 años para el MININT y 20 para el Ministerio de la Construcción.
“Me quieren destruir moralmente y no lo van a conseguir porque se los voy a decir de antemano. Esto es lo que está pasando conmigo al día de hoy: Después de la directa yo decidí retirarme de las redes sociales, retirarme porque la inundación de personas llegó a abrumarme porque yo no soy una figura pública, yo no soy nada especial. Yo soy una cubana común y corriente. Yo agradezco a todos los seres humanos que me han visto, me han apoyado, me han compartido. Yo soy nada, igualita a ustedes. Estoy en la tierra de pasada”.
“Cuando yo vi todo aquel volcán de personas diciendo que se sentían identificados, contándome sus propios problemas, yo me sentí abrumada porque cuando hice esa directa yo no hablaba de mi miseria. Yo hablaba de la miseria generalizada del país. Yo hablaba de que tú no puedes ir a La Habana Vieja y ver un hotel y al lado un derrumbe. Yo hablaba, por ejemplo, de que a lo mejor yo tengo tres pesos en el bolsillo pero no puedo comprar leche para mis hijos porque solo la venden en SuperMarket23. Yo nunca he podido comprar leche en MLC siquiera”.
“Después de la directa, cuando grité dos o tres verdades, vinieron un grupo de persona a hacerse los buenos y yo voy a decir que no fueron ellos. Yo me alejé de las redes sociales porque entendí que cada persona tenía que tener su propio espacio para decir lo que entendía”.
“Yo le voy a responder a los que me preguntaron que por qué por Facebook, les voy a decir: porque las Oficinas de Atención a la Población que tiene creado el país son obsoletas, no funcionan, son oficinas de escuchar problemas. Usted va, le dice el problema y ellos te dan la esperanza de que no hay y de que para ti no va a haber. Por ejemplo, yo he ido con mi carta por la situación del gas, yo voy a enseñar la carta. Una lástima que no esté en mi casa, que no es mi casa, es de mis padres. Un apartamento de micro de mis padres, ojo”.
“Yo he ido a las más altas esferas, a la Oficina de Atención a la Población del Consejo de Estado, y han tomado ese papel y lo han mandado para la misma empresa que me está diciendo que no me puede dar el gas. Y la compañera de la empresa, que siente pena porque es otra cubana de a pie, me dice que le da mucha pena pero que ella no puede resolver mi problema. Esta última vez cuando yo fui, que fue el motivo de mi gran explosión, me dijeron que el problema era que los poquitos recursos que tenía el país estaban asignados (la directa se cortó)“.
“Vinieron los compañeros del Partido del Cerro. Muchos dijeron que eran de la Seguridad. Yo no sé quiénes eran porque no presentaron ninguna identificación. Ellos sencillamente dijeron que eran el Partido del Cerro y se sentaron en la sala de mi casa y me pidieron honestidad y yo fui honesta, les dije la verdad, les dije mi sentir que es el de muchos cubanos. Yo no sé una cifra, pero es el de muchos porque solo tienes que estar en al cola del pollo o en la de la panadería o en la de una guagua (…) y escuchas personas quejándose. Lo que pasa es que esas mismas personas después no tienen valor para hacer su queja de esta manera que la hice yo. Yo no recuerdo haber sido irrespetuosa con ninguno de ellos”.
“No recuerdo haber dicho ‘tú eres un ladrón, tú eres un tirano’. Yo no fabriqué nada, ninguna orquesta. Sin embargo, ahora a mí me quieren fabricar un cuento. De hecho, entre las personas que me han llamado, muchos me han insistido en que yo acepte cosas materiales que no voy a aceptar, a nadie se las voy a aceptar. Me entienden. A mí me han recargado dos becas el teléfono: una persona, un hombre que se llama Richard que yo no conozco, pero que él me llamó desde un seudónimo. Él me escribió por privado y yo de ingenua le contesté y Richard, no te tomes esto personal porque si hiciste esto de verdad contra que pena que estés involucrado, pero le contesté para decirle ‘mira, muchas gracias por tu solidaridad pero quiero estar desconectada’. Él me contestó que le diera un número porque quiero saber que estás bien. Y esa persona, teniendo mi número, me recargó”.
“Y otra persona que a día de hoy no he podido agradecérselo porque no sé quién es. A mí me entró dinero de una cuenta que no conozco, pero al que sea y estás ahí y me escuchas te estoy dando las gracias”.
“No voy a justificar las pocas cosas que tengo porque el problema es que el pueblo de Cuba se ha llenado de tanta miseria humana que no acaba de entender que está porquería (un anillo) que la hace un joyero, que es un cuentapropista, que es un artesano. Esto en el mundo no vale nada. El pueblo de Cuba no acaba de entender que una lámpara de techo no vale nada, que esos no son lujos, esos son necesidades. Pero yo no tengo que justificarme mis necesidades. Yo no sé las tengo que justificar a nadie. Yo no tengo por qué decir que yo quiero vivir mejor. No, perdón, cómo yo no voy a querer vivir mejor”.
“En mi directa nunca dije que mis hijos estuvieran pasando hambre, por lo menos no como resultado de mi gestión porque no fue por mi gestión. Nosotros arañamos la tierra y vendemos lo que tengamos que vender nuestro, nuestra ropa, nuestros zapatos. Lo hacemos y lo hacemos con muchísima dignidad. Botamos todos nuestros ahorros durante el Covid. Todo lo que en el tiempo de guía pude guardar poco a poco para algún día tener una vivienda, lo boté comprando comida en MLC, comprando las cosas de mis hijos”.
“Yo estoy diciendo que hay miseria porque ustedes pusieron el pollo en la tienda cada 90 días. ¿Usted sabe cuántas postas de pollo trae un paquete de dos kilogramos? Trae 18 muslos de pollo. Mi casa tiene siete personas. Hagan las matemáticas y 90 días son tres meses. O sea, ustedes están diciendo literalmente que yo tengo derecho a comerme un muslo de pollo o dos en tres meses. Pero es que el pollo no es un alimento, señores. Ya tenemos que despojarnos de esa mentalidad. Los seres humanos necesitan leche, frutas”.
“Yo no estoy diciendo que el país no esté pasando por una situación económica especial. Yo no lo comparé con ningún otro estado del mundo para l gente esa que me escribió de España, una cubana que es tan cubana que ya perdió hasta el acento, ya tiene acento gallego. Y esa cubana desde España está defendiendo el sistema de vida de Cuba. O sea, estás en España comiendo queso bueno, carne buena, tomando leche, calzando y vistiéndote tú y tu familia pero tú quieres que yo en Cuba mande a mis hijos para la escuela con un vaso de agua porque ya no se le puede echar azúcar porque dieron una libra por persona. ¿Por qué yo tendría que hacer eso?”.
“Yo aquí no estoy hablando de mi ideología política. ¿Alguna vez he dicho cuál es mi postura política? Lo que pasa es que mi postura política es ser madre y si mi presidente me está diciendo que por la situación del bloqueo, que ha arreciado tanto, no se pueden resolver los problemas. Yo le tengo que decir ‘mijo, mira, olvídalo, quítate esa gente de arriba. Haz así y pasa el problema’. Por eso dije vende el país, no me refería a una injerencia extranjera para nada. Yo mejor que nadie que he trabajado mucho con extranjeros, me daría mucho dolor si algún día Cuba no fuera autónoma. Caballero, pero la autonomía a costa del caldero vacío no”.
“¿Ustedes quieren ver miseria? Yo les puedo enseñar miseria. Lástima que ya no tenga tiempo para eso. Porque estoy segura que ese paquetico de tres trapos que no se quién llevó a mi casa porque ni siquiera yo estaba ahí, se la dejaron a una vecina y ella me la subió por la noche y dos recargas son las pruebas que tiene el Guerrero Cubano para decir que yo estoy comprada”.
“Actualmente, mi tarjeta en MLC y puedo consultar el saldo, tiene 1.70 que son más o menos 180 pesos cubanos. Ese es el dinero que me acompaña ahora mismo. Yo no quiero nada. Yo quiero que cuando yo termine esto, las personas que se acercaron y me dijeron que querían ayudarme, quiero que esas personas hagan una captura de pantalla a esa conversación, borren los nombres y los suban para que vean que yo no acepté nada”.
“Casualmente, mañana a mí el Gobierno del Cerro me citó para las 11 de la mañana. Supuestamente es para hablar del tema del gas y yo digo ‘supuestamente’ porque después de que los compañeros del Partido estuvieron sentados en mi casa y que les abrí la puertas y les di la bienvenida y que conversaron conmigo y que anotaron hasta las frases que decía mi marido. Después de todo eso me hicieron una sola pregunta ¿han tomado represalias contigo? Y yo dije que no y a partir de ahí me tumbaron el internet. Perdón, se me cayó. Todo el mundo en mi casa tenía pero yo no. No, pero no fueron ustedes, perdón. Fui yo que metí mal el dedo porque soy muy mala con la tecnología”.
“Después de eso me hicieron un artículo en Cubadebate, diciendo que yo estaba financiada por alguien. Es un hombre el que escribió. Bueno, no es un hombre, es una cucaracha porque un hombre da la cara y por lo menos hubiera tocado la puerta de mi casa y hubiera dicho ‘¿tú me das permiso para hablar mal de ti?’ O te hubieras aparecido y hubieras dicho que ibas a hablar de mí porque soy la comidilla en boca de todo el mundo”.
“Yo no quiero ser la comidilla en boca de todo el mundo. Yo quiero que todo el mundo diga las cosas como son. Ya. Que si llegaste al cuerpo de guardia con tu niño con fiebre y no había dipirona y tuviste miedo de que convulsionara. Coño, lo digas. Que si tienes un niño enfermo y yo le he regalado las medicinas de mis niños sanos a niños enfermos a riesgo de que después se enfermen y les pase algo. Si te la di, por favor. Si te sentiste identificado, si alguna vez te ayudé, devuélvelo de otra manera. Devuélvelo diciendo lo mal que te sientes de vivir cómo estás viviendo”.
“Yo no recuerdo haber dicho de que tomáramos el Estado, que diéramos un Golpe de Estado, que esto era una dictadura. Yo no me metí con el sistema (…) Cuando esta noche ustedes escuchen horrores de mí, que no voy a dejar que mis padres lo vean porque el Cubadebate de ayer a mí me costó un hospital para mi mamá. Mi mamá tiene una arritmia y no s esa podido hacer una ablación del corazón para salvar su vida y tiene que tomar Verapamil, que muchas veces se desaparece y lo hemos comprado a sobreprecio. Y ayer le dio una taquicardia que le puso el pulso en 200 a raíz de toda esta situación”.
“No he podido interactuar en las redes porque estoy muy ocupada tratando de calmar a mis niños, que se alteraron bastante, y a mi mamá y a mi padre de 81 años que son hipertensos, que hace cinco meses atrás perdió un hijo infartado porque cuando llegó al hospital no lo atendieron bien. Llegó al policlínico, pero no fueron los médicos. Los médicos no son magos. Ellos no son curanderos. Ellos tienen que tener medicamentos, insumos para poder trabajar. Mi hermano llegó y no pudieron hacer nada por él”.
“Yo no puedo dejar ahora que mi padre de 81 años piense. A él nadie le va a hacer cambiar su criterio de mí. Mi padre me conoce. Pero no puedo dejar que nadie coja el orgullo que siente mi padre por mí y lo convierta en vergüenza. No puedo dejar que nadie vaya por ahí difamando de mí así, tan tranquilamente u que mañana la policía venga, me toque la puerta y sin haber hecho nada, sin haber puesto una bomba, sin haber secuestrado una persona, sin haber amenazado a nadie (…)”
“Hay un grupo de Telegram de madres que se unieron con las que yo no he podido interactuar porque yo no he tenido internet. Lo que he hablado con ellas es que estoy viva porque están preocupadas. Tengo un internet tan intermitente que es ‘Hola, estoy vida. Gracias por los videos’. A todos los que hicieron los vídeos se los agradezco pero yo casi no los he visto porque he estado aislada y aun así no me he sentido sola”.
“Tengo un ejército conmigo. Para empezar yo tengo a mi familia, que me va a acompañar mañana a las 11 de la mañana para que lo sepa el Gobierno del Cerro. Para si me están esperando para llevarme para algún lugar porque yo no tengo que creer aquí en nadie. Porque PCC te sentaste en mi casa y después no fuiste capaz de decirle a Cubadebate como me dijiste a mí en mi cara que tullí único que habías visto en ese vídeo no era una contrarrevolucionaria ni una gusana sino una mujer desesperada con razón porque lleva diez años esperando un método para cocinar un puré para sus hijos. Y después no fuiste capaz PCC de pararte con Cubadebate y decirle ‘coño, deja eso. Dale paso que eso solo se va apagando’”.
“¿Por qué yo debería creer que mañana cuando vaya al Gobierno del Cerro no me van a tener una trampa preparada. Ahora sí lo estoy haciendo público, a lo mejor es para hablar del gas a lo mejor es para llevarme presa. Yo no lo sé pero desde el día 1 yo dije que no tenía miedo a que me llevaran presa porque yo no he cometido un delito. ¿Dónde está mi delito? Yo pido que expongan mis delitos. Pueden revisar mis estados de cuenta. Yo insisto en que entren a mi perfil”.
“Ah, Tropicana. Ustedes no se imaginan como los extranjeros van a Tropicana. Era un lujo en este país para los extranjeros lo que pasa que el turismo internacional colapsó y ahora solo se lo pueden vender a nacionales. A los que les interese, tiene más o menos un precio la oferta de 700 pesos cubanos. Se supone que un profesional como yo, que en aquel momento todavía trabajaba en Campismo Popular y ganaba 5060 pesos, como lo dije: mi salario era un recibo de luz. Se suponía que yo pudiera darme ese lujo. No obstante, no salió de mi bolsillo y no voy a decir de qué bolsillo salió porque no tengo que darle explicaciones a nadie”.
“¿Por qué Tropicana es un lujo? Tropicana es un cabaret fundado antes de la Revolución para los cubanos de todos los tiempos, de todas las épocas, de siempre. No es para los extranjeros, no es para los millonarios. En Cuba no hay millonarios, no dicen eso. ¿Por qué yo no puedo ir? ¿Por qué yo no puedo ir a al restaurante La Torre en el edificio FOCSA?”
“(Un edificio) que se les está cayendo arriba, da mucha pena ese edificio porque es un castillo que lo que lleva de recursos es mucho y lamentablemente no los hay. Y por eso hemos perdido otras cosas valiosas como los edificios frente a La Puntilla, todo el mundo los conoce. Están al lado del mar , necesitan mantenimiento. Al final que está pasando: se van a caer. Y eso es Patrimonio de Cuba porque el edificio FOCSA es una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. En su momento, uno de los edificios más grandes, más altos en América Latina y el segundo edificio más alto de La Habana”.
“Yo no soy una chusma, yo no soy una ripiera. Yo no soy esa persona que están intentando construir, pero sí ustedes les quieren creer adelante. Pero yo tenía que decirles con tiempo que yo no soy esa persona. Esa persona que van a intentar decir porque le pusieron dos recargas, que me la puso haber puesto mi familia, pero es que mi familia en este momento me escribió para ayudarle y yo les dije que no”.
“Siempre he entendido que mis hijos, a pesar de la situación, han sido privilegiados porque a diferencia de otros niños, gracias a mis parientes en el exterior no han convulsionado por una fiebre, no han dejado de ir a la escuela, no han dejado de calzarse o vestirse con humildad, con mucha humildad”.
“¿Qué están intentando demostrar? ¿Qué estás intentando hacer: un teatro para cuando me lleves presas las personas no me apoyen porque ya… A mí me da vergüenza porque ya las personas que están armando ese teatro, algunas, sí me conocen. Trabajamos juntos porque yo fui cafeteo insertada del MININT en la Universidad de La Habana. Es público. Lo sabe todo el mundo. Está en mi perfil. ¿Y entonces? ¿Qué estás haciendo si tú me conoces?”
“Tú qué estás detrás de la cámara esperando escuchar cuando yo hablo por teléfono para intentar grabar. Ahora mismo, está persona me ha llamado varias veces preguntando por el número de zapatos de mis hijos, de mis padres. Y les estoy diciendo que no quiero nada para mí porque no lo hice para que nadie me regalara un par de zapatos. Caballero, hay que tener dignidad”.
“Cuando habló de miseria no habló de la mía, hablo de lo generalizado. Ah, el impacto que ha tenido el bloqueo. Sí, es verdad que tiene impacto, por supuesto, un bloqueo de un país sobre otro. Pero el problema es que nos hemos enviciado en justificar el mal trabajo, la escasez, todo con la cortina del bloqueo. Ah, pero cuándo lo digo yo suena mal. Si lo dice un humorista no hay problemas”.
“He visto figuras públicas apoyándome y sé de otras que me han dado la espalda. Hay una especie de campañita de madres haciéndose las abnegadas y las sacrificadas. Yo no voy a mencionar nombres pero es muy fácil ser médico si tu marido es músico. Si tú no has puesto los pies en el aeropuerto José Martí, tú y yo no estamos en las mismas condiciones. Porque si tú sales y juzgas y después entras, tú no estás igual que el resto”.
“Aún así les estoy diciendo que mis niños son privilegiados porque tienen tantas personas que los quieren e intentan ayudarme por ellos. Pero yo no quiero que nadie les dé nada. Yo no quiero que mi mama, que es mi mamá de crianza, en los Estados Unidos, en Miami, en la Florida, utilice los fondos de su jubilación para mandarme un par de zapatos para mis hijos porque ella tiene 80 años. Ella necesita ese dinero para sí, no para mí y yo tengo 31. Yo tengo que poder trabajar y sustentar a mi familia. ¿Qué pasa con nosotros?”.
“Esta noche, cuando Guerrero Cubano haga todo el teatro, acuérdense de lo que les estoy diciendo: recuerden que nací en un solar por tanto a las personas que se les cayeron las viviendas como resultado de los aguaceros, yo he estado ahí. Yo sé lo que es eso. Mi solar está apuntalao y ahí vive mi abuela que tiene 92 años y que hace meses no le puedo dar un vaso de leche”, confesó con lágrimas en los ojos.
“Así que Guerrero Cubano, si de verdad tú eres cubano o eres argentino o eres peruano o eres humano. Si tú eres humano, tú qué estás detrás del teléfono, si eres humano, tú naciste de una mujer y voy a decir de una mujer grande porque te sacó de Cuba a tiempo de que no pasara nada de esto”.
“Tú, el que hiciste el artículo en Cubadebate, que también eres un macho, tú eres un macho. Eso es abuso, eso es como darle a una mujer con un palo pero en este punto yo no dudaría que hubiesen hombres que levanten la mano a una mujer con una palo porque si por expresar dignamente lo que yo siento, tú eres capaz de crear u circo que al final va a afectar a mis hijas, que mañana tienen que ir a una escuela”.
“No me importa que me desaparezcan. Mi madre se volverá loca pero no se metan con mis hijos. Lo estoy advirtiendo con tiempo: no se metan con mis hijos. A ti que estudiaste conmigo, esa persona que está detrás del teléfono, que sabes quién eres, pero soy tan digna que no voy tu nombre, a ti que te leías mis guías de estudio para terminar y graduarte porque si no hubiera sido así no te hubieras graduado porque eras una bruta y una mediocre. A ti: yo tengo tres chamas, que nos les pase nada a mis hijos”.
“Mañana (este lunes) a las 11 de la mañana cuando todo este circo se acabe y yo en desaparezca de las redes porque yo nunca más voy detrás de las redes para no tener que vivir… no por temor, ojo, verdaderamente no sé de dónde estoy sacando la valentía porque no soy así. Cuando se acabe este circo, si es que se acaba mañana, el mes que viene o dentro de nueve meses, dentro de un año o si me llevan presa o lo que pase conmigo y mis padres lo denuncien. Si usted alguna vez tuvo duda de lo que decían la gente que sí se los llevaban, se lo estoy diciendo desde hoy para si pasa conmigo que pierda las dudas”.
“Caballero, los quiero. Mil gracias a todas las personas que compartieron de cualquier país donde estés, de donde me estés viendo, desde Cuba, desde La Habana, desde un solar… Mil besos porque no me he sentido sola ni un minuto. Tengo una familia enorme”, concluyó Amelia Calzadilla.
Untar el pan es uno de los actos más cotidianos que hago desde que vivo en España. No es que en Cuba no hubiera pan, la libreta de abastecimiento da a cada cubano un pan diario y alguna que otra vez comprábamos barra de pan por cinco pesos para untar con lo justo, claro.
Eso cuando había para untar, lo más común era un poco de aceite y sal, o en el mejor de los casos una mayonesa casera hecha por mi madre con la poca papa que venía a la bodega. De hecho, allá en Cuba no le decíamos untar, eso lo he aprendido de este lado del mundo, donde se unta el pan con ganas, y aunque llevaré pronto cinco años por España, sigo pensando -a veces, lo confienso- con la mentalidad de pobre, del que no sabe si tendrá para comer mañana y «rebaña» el recipiente del paté hasta verlo sin nada.
Lo mismo me pasa con la ducha, recuerdo que una vez fue noticia que un político español se bañaba con poca agua. En el reparto donde vivía en Cuba, había dos horas de agua diaria, una por la mañana y la otra en la tarde. Todos en la casa nos bañábamos con un cubo de agua y la ducha fría era para los valientes, aunque ciertamente en el eterno verano de mi tierra apetecía alguna vez.
Tres pares de zapatos en Cuba era un lujo. Con uno para la escuela o trabajar, y otro para salir por la noche, ya estábamos despachados. Mi madre y mi padre, con salarios de oficinista y militar, hacían cuanto podían para calzarme a mí y a mis dos hermanos. Y a ellos por supuesto. Hoy miro mi zapatero y la cifra se ha multiplicado por tres o cuatro, aunque manías de la vida, diariamente uso unos hasta verle la suela rota.
Hay cosas que no cambian, pese al paso del tiempo y las mejorías. Las dudas, el saber si es justo o no cuánto tengo y cuánto gasto, frente a quienes no tienen, ni gastan, supongo que seguirán ahí, aunque en las próximas rebajas se me olviden de facto.
Cada 28 de enero tiene un significado especial en la vida de los cubanos, aunque no sigamos en Cuba será imposible olvidarnos de José Martí pues desde pequeños lo tenemos presente en la escuela, el barrio o en la casa. Mis primeros recuerdos con el Maestro están estrechamente ligados a un matutino especial supongo un día como hoy, pero entonces tendría unos 5 años y recité ante toda la escuela uno de sus poemas:
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y así comenzaba una amistad tal vez involuntaria, o a lo mejor obligatoria, pero que ha devenido en una constante en mi vida y mientras fui cambiando, en cuando crecí y mi universo se amplió más, supe valorar en toda su amplitud las palabras de José Martí. Quienes conocen la obra del Maestro dirán que con la amplitud de sus textos y sobre todo la gran cantidad en tantos medios, leerlo precisa de años y tiempo.
Mentiría si digo que he leído cuánto ha escrito Martí, ojalá pudiera algún día. De a poco he podido acercarme a sus ideas, a sus textos periodísticos y a sus historias de hombre alejado de su país y su familia. Crecí con sus versos sencillos, su sufrimiento por el maltrato a sus semejantes, a los negros esclavos y a la Patria querida. Gracias a él aprendí a amar Cuba sin que me ciegue la pasión.
Con Martí descubrí los tesoros en la vida de un hombre: la familia, los amigos, la cultura, el amor. ¿Acaso hay algo más puro que el amor en todas las acepciones posibles? Amar sin condiciones a nuestra madre, a quien está a nuestro lado y trabaja junto a nosotros en una obra común, a la persona que escogemos para compartir nuestra vida y a quienes encontramos en el camino de la vida.
El periodismo lo amo más por los artículos de este cubano de todos los tiempos. Con la sabia de quien se sabe dueño de la palabra, José Martí es hijo del periodismo agitador, que no se conforma con lo impuesto, siempre buscando la justicia y la igualdad, temblando ante las atrocidades y acusando a aquellos que abusan de su poder bien en Cuba como en cualquiera de los otros países conocidos en su pequeña, pero gran vida.
Y para el cruel que me arranca
el corazón donde vivo,
cardo ni oruga cultivo;
cultivo una rosa blanca.
Viajero infatigable por imposición y en su búsqueda de apoyo para la causa cubana, Martí conoció España, Estados Unidos y muchos países de América Latina. En cada uno supo delimitar bien la belleza de los horrores de sus tierras, no por ser Cuba en aquel entonces de España, odiaba a los españoles, sería descabellado medir con la misma vara.
Ya llega la bailarina:
soberbia y pálida llega;
¿Cómo dicen que es gallega?
Pues dicen mal: es divina.
Dondequiera José Martí encontraba amigos y veía claramente a los enemigos tanto de la lucha cubana, como de América Latina. Las pretensiones imperialistas del gobierno de los Estados Unidos nunca se le perdió de vista y alertó a todos del peligro inminente tanto económico, político y social. No pasó mucho para que se vieran las acciones de los «yanquis», entraron a Cuba con la bandera de la libertad como siguen haciendo hoy en distintos sitios del mundo.
El Maestro nos enseñó las diferencias entre los pueblos y los gobiernos, el verdadero significado de la vida y tantas otras verdades que seguirán alertándonos desde su sabiduría. Gracias José Martí, felices 160 años, sigues tan vivo como el primer día.
Comienza este nuevo año y la duda me invade como cada enero ¿cuál será el pretexto ahora para no hacer nada? O como he oído por acá ¿qué filón sacará este año la industria del entretenimiento? Demás está decir que pasó el 21 de diciembre de 2012 y aquí estamos vivitos y coleando, sin tanto desastre como auguraron algunos.
Este año las tiene todas para ganarse un hueco entre los supersticiosos. El 13 es el número más mal visto en muchísimos sitios, todavía recuerdo un reality show que decía 12+1. Y en el avión que crucé el Atántico, en un boing, ya casi de museo, faltaban los asientos 13, a esas alturas se acrecientan las “malas”-creencias y tampoco desdibujar un gato entre las nubes ayuda mucho.
Hasta en el cine se asocia con películas de terror ¿se acuerdan de 13 Fantasmas? En muchos hoteles también se olvidan del 13 y saltan del 12 al 14, como si fuera la mascota vieja y fea que nadie quiere enseñar.
Busquen por ahí una foto de cuando tenían 13 años y entonces verán lo horroroso que estábamos, es la edad de crecer, estirar, salir el acné juvenil y empezar un nuevo ciclo en la vida que vivimos sí, pero con más supersticiones en la cabeza que con los pies en la tierra. Maldita adolescencia o mejor: malditos 13.
2013, el pobre.
No obstante, en la bolita cubana –esa lotería que se sigue jugando aunque esté prohibida- el 13 significa chulo y a algunos les encantan serlo y se sienten orgullosos de que así le digan. Aquí cada cual con su locura, si de todas formas siempre saldrá un advenedizo con sus predicciones buenas y malas para cada año.
Si por el gobierno español fuera saltáramos directamente del 2013 al 2014, fecha supuesta para que se mejore la economía, ojalá se equivoquen como en tantas otras cosas y los nuevos aires comiencen pronto.
Aquí en Cuba la gente está esperando el 14, no el 2014, si no el 14 de enero para la entrada en vigor de las nuevas leyes sobre política migratoria que dejarán viajar a más de uno con el mismo estatus que cualquier ciudadano del mundo. Ahora a esperar las visas, como…
2013 ya está aquí, allá y acullá. Las nuevas metas llegan con el año que sea, aunque esté rodeado de supersticiones. Sólo esperemos tener la fuerza y determinación para acometer cuánto nos hemos propuestos para estos nuevos doce meses.
La copa media vacía o media llena depende de nosotros y no de ningún año sea la combinación que sea. Nos vemos y… feliz 2013.
Hace unas horas me he enterado de las notas de acceso a la universidad en España, selectividad como dicen aquí. Llevaba más de un mes con la agonía de no saber si estaba suspenso o aprobado, pero un 8,312 me da el margen suficiente para optar por la carrera de Periodismo en Sevilla.
Los que me conocen sabrán mi gran afición por el oficio o profesión de periodista, solo viendo el blog se darán cuenta, más de uno me ha dicho que se parece a un periódico, jejeje… aunque para nada es mi intención parecerme a un periódico porque estos comentarios a propósito de eventos puntuales de mi vida no tuvieran cabida.
Todavía recuerdo como si fuera hoy cuando hice las pruebas de acceso a la universidad en Cuba, todo un día de exámenes desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde. En España también estuve más de nueves horas en un aula jugándome la carrera y mi futuro en unos exámenes que no miden el interés de la persona por los estudios…
Pero qué se le va a hacer, seguimos padeciendo en cualquier educación del mal de los exámenes. No quiero ir en contra de los métodos oficiales de acceso a los centros educativos, para nada era mi interés con este escrito, a veces se me va la mano con ciertas ideas.
En La Habana escribí el mismo día de la prueba, ¿aunque no recuerdo si fue cuando me dieron la carrera?, una crónica que se perdió entre los libros y papeles de mi closet. Antes de venir a Sevilla lo busqué, pero nunca apareció, al parecer hay historias que prefieren quedar en el anonimato.
Aquí en Sevilla, ya con mi blog –que empecé en mi tierra-, con las notas en las manos y la certeza de seguir estudiando Periodismo, no quiero extender este comentario porque créanme que tanta alegría no cabe en un post. Solo quiero reseñar algunas impresiones de aquel día de Mayo de 2011:
Cuando llegué a la sede de la UNED en Málaga para hacer la prueba de selectividad para extranjeros, un amigo me dijo con acierto: “Esto parece las Naciones Unidas”. Y no se equivocó. Allíestábamos personas de cualquier rincón del mundo: árabes, rusos, colombianos, mexicanos, rumanos, cubanos… al menos yo, y de otros muchos lugares que no podría decir.
Ciertamente no entablé conversación con ninguno, sobre todo por falta de tiempo… la hora y media de las cuatro pruebas, con descansos de 45 minutos, no daba espacio a charla alguna, a no ser las sabidas acotaciones del examen o el aula donde se realizaba.
Además, después de dejar “medio cerebro” en temas como Comentario de texto, Filosofía, Inglés y Literatura Universal en ese orden, no dejaba margen a casi nada… solo quería ver una cara conocida, lástima que no fuera mi mamá, pero tengo grandes amigos del lado de acá… por cierto, aún conservo materiales de las pruebas de la selectividad para subir a la web y ayudar a otros que se presenten…
Ese día hoy queda un tanto difuso, con un sabor a la capital de Málaga que espero quitarme pronto, con la alegoría del pasado presente de mi experiencia en La Habana y un futuro por vivir en el Periodismo, en Sevilla, y en España…
Una edición especial de la Revista Estudio, dedicada a la celebración del Año Iberoamericano de la Juventud, fue presentada este miércoles -5 de noviembre- en la casa museo Simón Bolívar de la capital cubana.
La publicación, del Centro de Estudios sobre la Juventud, institución adscripta a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), recoge la experiencia de profesionales e investigadores de México, Chile, Honduras, Argentina y Cuba.
FOTO: Roberto Suárez. JR
Entre los temas abordados están los derechos de la infancia, la pobreza y migración en Honduras, los jóvenes y el trabajo en Cuba, y las determinantes sociales en la salud sexual y reproductiva de los adolescentes y jóvenes.
Ana Isabel Peñate Leiva, subdirectora del Centro, agradeció el respaldo del Fondo de Población de las Naciones Unidas y la UNICEF en la realización de la revista.
«Soñar este número —y lograr materializarlo— es nuestro granito de arena —desde una ciencia comprometida y revolucionaria— a la conmemoración del 2008 como año Iberoamericano de la Juventud, a los 37 años de la constitución del Centro de Estudios sobre la Juventud, y a los 50 años de esta Revolución gloriosa y responsable máxima de las grandes transformaciones ocurridas en los proyectos de vida de varias generaciones de cubanas y cubanos», enfatizó.
Juan Luis Martín Chávez, secretario ejecutivo del Consejo Superior de las Ciencias Sociales, destacó el acierto de los temas abordados en este número, pues entre todos los grupos sociales, los jóvenes son los más duramente golpeados por la situación actual del mundo.
A la presentación del número asistieron, entre otros, Joel Queipo, miembro del Buró Nacional de la UJC, Rolando García Quiñónez, representante auxiliar del Fondo de la ONU para la Población, y Natividad Guerrero Borrego, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud.
Miami es la segunda ciudad con los vecinos más molestos de Estados Unidos, solo por detrás de Dallas, según una encuesta publicada en la web inmobiliaria ImproveNet.
Según el estudio, «el clima puede jugar un papel importante» porque cuatro de las cinco ciudades más molestas para los encuestados se encuentran en zonas cálidas del sur: Dallas, Miami, Austin y Los Ángeles. Mientras que tres de las cinco ciudades menos molestas están ubicadas en climas templados más al norte del país: Minneapolis, Portland y Seattle.
Miami está entre las 10 ciudades más molestas de EE.UU., según la encuesta de ImproveNet.
En Miami el mayor problema es la música alta y se ubica en una quinta posición por los conflictos entre vecinos. En los cuatro primeros están San Antonio, San Diego, Houston y Austin. Los métodos para resolver los problemas en estas comunidades son la discusión cara a cara, a través de la policía, poner notas firmadas en la puerta, a veces anónima e incluso a través del correo electrónico.
El ruido es la principal queja de las 2.500 personas encuestadas en 24 ciudades de Estados Unidos. La música alta es uno de los 36 indicadores que son problemáticos para la convivencia.
«Las personas también mencionan a los niños ruidosos, las mascotas y los televisores como los diez temas principales», apuntan en la encuesta. Incluso hablar en voz alta influye en la convivencia de las ciudades estadounidenses, junto con el malhumor, los problemas de estacionamiento y los excrementos de los perros.