«La Gruta de las Maravillas se ha formado en un pequeño afloramiento de mármoles con una antigüedad de 570 millones de años. Estas rocas se disuelven muy lentamente cuando entran en contacto con el agua cargada de anhídrido de carbónico procedente del aire y del suelo. Este proceso, denominado karstificación, es el responsable de la formación de un paisaje muy característico.»
Así informa uno de los tantos carteles disponibles en la recepción de esta maravilla, valga la redundancia, de Andalucía. En la provincia de Huelva, específicamente en
Aracena, se encuentra una belleza natural bajo tierra, en contraposición de aquellos que sólo relacionan los «bajo-mundos» con muerte, zombies u oscuridad. La naturaleza siempre tan sabia, da a cada uno de sus rincones encantos únicos e irrepetibles.
Ciertamente en otros muchos sitios hay «bajos-mundos» con sus peculiaridades, en este blog visitamos las
Cuevas de Bellamar en Cuba, pero a esta gruta su nombre no le queda grande como muchos puedan pensar. En sus poco más de 2 kilómetros alberga verdaderos encantos naturales, que
si bien han sido modificados por el hombre, muestran lo pequeño que somos y el poquísimo tiempo que llevamos en este planeta nuestro. Tal vez una llamada de atención para cuidar lo natural.
Como mis conocimientos de espeleología son pocos, por no decir casi nulos, acompaño estas fotos con algunos textos expuestos en el recinto, una pena no haber grabado el recorrido de 45 minutos, pero supongo algo debo dejar para que se acerque -quien pueda- a la
Gruta de las Maravillas.
«El carbonato cálcico procedente de la roca y disuelto por el agua infiltrada a través de fisuras puede volver a precipitar en el interior de las cuevas, dando lugar a la formación de cristalizaciones de formas variadas, denominadas espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, columnas, gours, excéntricas, agujas de aragonito, etc…).»
«La primera referencia histórica constatada sobre la Gruta corresponde al ingeniero de minas Gonzalo Tarín en 1886, pero la tradición popular narra que su descubridor fue un pastor, El Tío Blas, que tras perder un carnero se introdujo en una oquedad con forma de silo para rescatarla.»
«En 1911, Franciso Javier Sánchez-Dalp, Marqués de Aracena, y Juan del Cid, Alcalde en esos momentos decidieron preparar la cueva para su visita turística. En 1914 se abrieron sus puertas, lo que hace de la Gruta la primera cavidad de España que se acondicionó para el turismo. En 1915 fue visitada por los Reyes, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que regresaron en 1929. En 1923 se construyó el actual edificio de entrada, obra de Aníbal González.»
«La explotación turística de la cavidad fue cedida al Ayuntamiento de Aracena, en representación de todos los vecinos de la localidad, en 1933. Por esta donación, los aracenenses se convertían en propietarios de esta joya de la naturaleza…»
«En 1987, el Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga, descubrió el tercer nivel que se plasma en una nueva tipografía.»
«La Gruta tiene una longitud conocida de 2 130 metros con tres niveles de galerías superpuestos conocidos. El primero está construido por las áreas inundadas en la actualidad (Gran Lago, Galería de los Lagos, Sala de los Desnudos, Sala de los Garbanzos) y se caracteriza por una menor presencia de espeleotemas, ya que el mármol está siendo lentamente disuelto por las aguas.»
«
El segundo nivel, situado a unos quince metros por encima del anterior, acoge a las salas de La Catedral, Cristalería de Dios, la Esmeralda o la Marmita de los Gigantes. Ésta
es la parte más atractiva del recorrido, caracterizada por la abundancia y variedad de espeleotemas: excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, cristales de aragonito o espeleotemas cristalizados bajo el agua.»
«El tercer nivel, de unos 400 metros de longitud, corresponde a la Galería Superior situada a unos 25 metros por encima del nivel anterior y sólo accesible mediante técnicas espeleológicas. Es el nivel menos afectado por la acción del hombre y en él se han desarrollado gours (pequeños lagos tapizados de pequeños cristales de calcita), excéntricas de calcita y aragonito o perlas de las caverna».